Una vez concluidos los cursos de verano, la piscina municipal cubierta está siendo objeto en estos días de un paquete de obras que sirven para poner a punto esta importante instalación deportiva de cara a la temporada de invierno.
Estos trabajo de mantenimiento se concentran del 1 al 15 de septiembre, que es el único periodo en el que la piscina municipal cierra al público.
Las obras, que está llevando a cabo la empresa municipal AREMSA, encargada de la gestión de la piscina, hacen posible que este equipamiento pueda afrontar el próximo año en perfectas condiciones, de manera que los usuarios encuentran la piscina en un estado óptimo para el desarrollo de su actividad.
Entre los trabajos que se están realizando se encuentran el pintado interior y exterior de la instalación, trabajo de fontanería para aumentar la presión del agua, el repaso en materia de carpintería o solería, de mobiliario, así como diversas actuaciones de mantenimiento general que se deben en gran parte a la numerosa cantidad de usuarios que cada año utilizan estas instalaciones municipales.
El delegado de Deportes ha señalado la importancia y necesidad de estos trabajos que se complementan con el vaciado y las labores de limpieza que se realizan en los vasos de la piscina, aprovechando el paro de la actividad, y que suponen una puesta a punto imprescindible teniendo en cuenta la constante actividad y el gran número de usuarios que cada año hacen uso de estas instalaciones deportivas, en la que los ciudadanos pueden encontrar numerosos y variados cursos que van desde la natación de iniciación o perfeccionamiento para adultos y niños, a cursos de natación para la salud, todos ellos impartidos por monitores especializados.
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